Tratándo de hacer negocios

Aunque los Raptors eran conocidos por ser buenos comerciantes tenían malas pulgas si se acercaban a su territorio, como todas las bandas, pero hacía tiempo que no veía a ninguno en la zona neutral y andaba con ganas de conseguir algo que le estaba resultando imposible de conseguir. Así que se aventuró a entrar en la zona de esa banda. En lugar de entrar teletransportándose de lado a lado decidió entrar con paso firme y despacio para que pudiese verle cualquiera, eso sí con todos los sentidos disponibles atento a cualquier posible ataque para salir teltransportado de allí.

"Espero que esten tranquilo hoy..."

Dijo para sí mismo mientras ponía rumbo al centro comercial esperándo a ver si alguien le cortaba el paso o si, por el contrario, podría llegar sin problemas hasta su destino y tratar de encontrar lo que andaba buscándo, igual hasta conseguía encontrar el regalo que le tenía prometido a esa chica que se había encontrado en el colegio. Con cada vez más tensión en el cuerpo caminaba con paso firme y pasándo su mirada de un lado para otro sin parar. Tocándose de vez en cuando las mangas para asegurarse de que sus pequeños cuchillos seguían allí para poder rechazar algún ataque lanzado contra su persona, aunque esperaba no tener que usarlos.

En el territorio raptor hay un edificio todo de hormigón, de paredes lisas. Es bastante raro, porque la mayoría de los edificios de la zona son de ladrillo, pero ese no.

Es lo bastante feo como para ser un edificio gubernamental, con las primeras ventanas a casi cuatro metros del suelo, eran casi cuarenta metros lisos de caida libre desde la azotea, una fachada por entero de hormigón, sin más adornos que su lisura. Habría que estar loco para que le gustase, y sin embargo, a Klaus le gustaba.

Él lo llamaba "Su sitio de pensar", ya que ahí se iba cuando tenía que resolver algo, o memorizarlo. Desde medio metro de altura hasta los dos metros, es decir, desde donde podía escribir de cuclillas hasta donde llegaba de puntillas, estaba embadurnado por una extraña mezcla polvorienta. Todo empezó un día en el que cogió un trozo de yeso y apuntó algo en la pared tan hermosamente lisa. Al rato volvió y anotó otra cosa. Y otra, y otra y otra... día tras día, semana tras semana, anotaba cosas blanco del yeso sobre gris del hormigon, hasta que desde medio metro de altura hasta los dos metros de alto todo fue una mancha uniforme blanca.

Entonces cogió un trozo de madera calcinada y empezó a escribir encima, negro sobre blanco sobre gris.

Su lugar de pensar, vaya que sí.

Escuchó unos ruidos y se teletransportó a un lugar oculto para pdoer ver de dónde venía ese sonido. Cogió uno de sus cuchillos con la mano derecha dispuesto a lanzarlo contra aquel que le atacase a él. Se acercó despacio y pudo ver a un chico escrbiéndo en una pared. Se quedó un momento mirándole, parecía que no había descubierto su presencia. Dejó el cuchillo oculto y se acercó a él, para no asustarle levantó un poco la voz para que pudiese escucharle.

"Hola. Mi nombre es Marcus y busco alguien con quien negociar. ¿Puedes ayudarme?"

Esa palabra era rara desde hacía ya unos meses, sobretodo para los de su banda, pero él aún pensaba en que en el fondo de cada persona había algo bueno y que hasta los Tracker actuaban así solo como protección. Pero a veces había que matar para que esa protección no te matase a tí, por eso se había vuelto más cuidadoso y mejor con los cuchillos, y por eso necesitaba otro cuchillo. Se acercó despacio hasta aquel chico sin quitarle los ojos de encima por si iniciaba un ataque

Klaus ni se había enterado de que había alguien a su espalda. Seguía a cosa de medio metro de la pared, mirandola de aquí para allá. De vez en cuando redescubría una pauta de escritura blanca entre el amasijo amalgamado de la pared y la subrayaba. Pero eso eran meras interrupciones respecto a lo que estaba tratando de memorizar.

Lo había leido haría unos días, y le había parecido sencillamente hermoso. Hermoso en su complejidad, en la sencillez que ocultaba realmente. Era bello su planteamiento, su nudo, su desenlace... Así que trataba de memorizarlo. Ahora que Marcus estaba más cerca podía oir con claridad cómo Klaus musitaba....

"(...)De acuerdo con el principio de correspondencia las partículas clásicas de gran masa, comparada con la escala cuántica, son partículas localizadas describibles mediante un paquete de ondas altamente localizado que se desplaza por el espacio. La longitud de onda de las ondas que conformaban dicho paquete material están en torno a la longitud de De Broglie para la partícula, y la velocidad de grupo del paquete coincide con la velocidad del movimiento de la partícula lo que reconcilia la naturaleza corpuscular observada en ciertos experimentos con la naturaleza ondulatoria observada para partículas subatómicas... (...)"

A medida que hablaba un cúmulo de letras griegas y símbolos exóticos iban formando una serie de ecuaciones...

Llegó a dudar en algún momento del idioma que estaba utilizándo aquel chico y pensó que era Fluger por esas ganas de conocimiento pero... ¿un Fluger escribiendo en una pared en territorio Raptor? Tenían una biblioteca entera sólo para ellos, sería estúpido hacer algo así, y ellos no eran para nada estúpidos. Decidió toser un poco algo más cerca de él para tratar así de llamar su atención de nuevo.

"Disculpa. ¿Eres un raptor?"

Igual no estaba siendo muy cordial, no había sido como se lo había imaginado mientras planeaba esta expedición pero tampoco había pensado estar hablándo con una espalda. Mientras esperaba sacó un cigarrillo y lo cogió con sus labios. Sacó el zippo y lo encendió con un gracil frotamiento en su brazo derecho para prender el pitillo en sus labios y luego guardar el mechero. Inhaló tranquilamente el humo y esperó su respuesta, en otra ocasión se hubiese apoyado en la pared pero... con todo lo que estaba pintarrajeado no era plan de hacerlo

Por fin pareció darse cuenta de que no estaba solo. No fue tanto por los tosidos si no por la sombra de Marcus recortada contra la pared. Se giró y se lo quedó mirando. Se rascó la cabeza al oir la pregunta.

-De no serlo y estar haciendo esto y aquí duraría menos que un big mac en una reunión de weight watchers, ¿verdad? -suspiró. Miró al horizonte -Un big mac, colega... Eso sí que sería algo impactante....

Dejó el trozo de yeso apoyado en la pared y se frotó las manos.

-Klaus Gorman, Raptor en general. ¿Se te ofrece algo? Le miró de nuevo, pensativo... evaluando que no lo había visto nunca por la zona, y que tenía ese incierto cariz de aquel que se preocupa por no ser descubierto... - De agallas pareces ir surtido para venir por aquí. Deberías de tener cuidado, hay mucho loco por aquí suelto...

Sonrió ante el comentario del big mac... sí, se comería uno ahora mismo, con bien de ketchup y mostaza. Regada con coca cola y con unos nuggets de pollo como acompañamiento. Cerró un momento los ojos y sonrió relamiendose los labios de gusto al recordar por un momento esos sabores en sus labios. Abrió los ojos y volvió al mundo real alargándo la mano en modo de buenas costumbres y buena educación.

"Mi nombre es Marcus y siendo un Venstre, si no estuviese surtido de agallas ya hubiese muerto de hambre, sed, frío y a saber de cuantas más cosas"

Dijo afilándo un poco la sonrisa pensándo cómo abordar el hecho de que quería negociar con él. Tras pensarlo un poco decidió que iría directo, al fin y al cabo era un raptor y se supone que ellos se dedicaban a ese tipo de cosas no.

"Estaba buscándo algo que quizás puedas suministrarme. Me gustaría conseguir un cuchillo, pero no uno pequeño sino uno de caza"

Le miró a los ojos tragándo algo de saliba y esperándo a ver si ese sería el raptor que buscaba o si tendría que seguir adentrándose en su territorio hasta encontrar con uno que sí que tuviese lo que andaba buscándo, esperaba no tener que hacerlo, puede que todos los raptor no fueran tan amables como parecía serlo este tipo

-Saludos Marcus, yo me llamo Klaus, Klaus Gorman. Solo Klaus Gorman, no Klaus, Klaus Gorman. ¿Si? -extendió la mano despacio hacia él-. Por otro lado, encuentro no del todo correcta tu aseveración; ser un venstre no hace que tus agallas te alimenten, ni abriguen. ¿O si?

Miró pensativo al solitario. Lo miró de nuevo, de pies a cabeza. De entrada las agallas eran algo metafórico, ya que el chico respiraba -se supone- por pulmones...

La petición le sorprendió. No por algún motivo aparente, ni obvio, como habría sido si Marcus hubiese gritado de repente ¡MEJILLON!, no, que va. Le sobresaltó sin más. A parte, el pedido tenía su intríngulis...

-Si, ya, bueno, un cuchillo de caza... -se acuclilló, tomó el trozo de yeso y empezó a dibujar circulitos en la acera. Sin alzar la vista, prosiguió hablando-. Podría conseguir uno. Pero.... pero aparte de qué podrías ofrecer a cambio de algo tan útil, bueno... Hay un pequeño problema al respecto.

Terminó de dibujar lo que fuese, se irguió y se sacudió el polvo de las manos. Miró a los ojos a Marcus.

-¿Qué pasa si te consigo uno y dentro de una semana aparece un raptor muerto? O aunque no sea un raptor, ¿Y si lo quieres para matar?

Miró al cielo. Reflexionó.

-Y lo que sería aun peor... imagina que te asaltan para robarte. No tienes el cuchillo, te golpean un mucho y luego te roban. Ahora pon que lo tienes y que lo sacas. Hieres a uno. Los otros te reducen, te matan y luego te roban -apoyó la mano en el hombro de Marcus. O al menos, hizo el ademán- ¿De verdad quieres un cacharro tan peligroso?

Todos los raptor eran así o se había cruzado con el más raro de toda la maldita ciudad. Parpadeó un par de veces y le escuchó en silencio cuando le comentaba esos problemas, miró de reojo como le colocaba la mano en el hombro y le miró de nuevo a los ojos sonriéndole y tratándo de traquilizarle a ese respecto. Pensó que lo mejor en este caso sería mostrarle cuales eran sus habilidades. Así que en un instante se teletransportó un metro para atrás.

"Como verás puedo evitar que me roben. Para robarme tienen que dejarme inconsciente de un golpe, por lo que si lo hacen no podría sacar el cuchillo para defenderme. Por lo demás, el cuchillo lo necesito como defensa, puedo pagartelo"

O al menos eso creía, era bueno consiguiendo cosas así que si no tenía lo que el chico pedía podría intentar conseguirlo de algún modo, esperaba que no insistiese en no darle el cuchillo. Se supone que ellod vivían del comercio y del timo.

"Así que... ¿cual es el precio?"

Se quedó francamente impresionado con el poder. Miró al muchacho. Miró la improvisada pizarra mural.... Sonrió.

-Sabes, estoy tratando de aprenderme unas cosas de Schrödinger y Heisenberg, que precisamente tratan sobre la naturaleza dual, superpuesta e indeterminada de las partículas cuánticas... ¡y de repente llegas tu y te teleportas! -Sonrió aun más ampliamente- ¡Si no fuese porque no entenderías el chiste, te diría que es para meterte en una caja con un frasquito de veneno y abrirla a la de tres!

Se echó a reir. Tras cuatro o cinco carcajadas se detuvo en seco.

-Jum... Creo que te lo he dicho, ¿verdad? Mira, no te preocupes... Es un chiste de física. No voy a meterte en ninguna caja -carraspeó azorado-. A ver, si, puedo conseguirte el cuchillo. Más que nada por que tienes cara de buena persona y quiero confiar en ti. ¿Te parece bien?

Miró a su alrededor, vagamente distraido.

-El pago serían tres botellas de vodka sin desprecintar. Si tres son muchas, dos y una de ginebra. Hay un tracker que es una verdadera mina de oro... Se bebe el alcohol como si fuese agua mineral -extendió la mano hacia él- ¿Hay trato?

Realente no enendió ni una sola palabra de lo que decía aquel chico y ni mucho menos pilló aquel supuesto chiste. Se abstuvo de decir que saldría fuera de la caja con un teletransporte si lo metiese allí, por suerte ya que el chico le aclaró que no era así. Fingió levantando una ceja poniendo una cara que decía algo así como "claro... ya lo había cogido". Sonrió cuando le dijo que sí que iba a conseguirle uno de sus queridos cuchillos, pero el precio le pareció, más que excesivo, imposible.

"¿Estás de guasa? Ya no se encuentran botellas sin desprecintar desde que los adultos dejaron de crearlo. Ahora tienes suerte si el tapón cierra bien. Te traeré tres botellas de alcohol, el que pueda conseguir, y como compensación añadiré una caja de tabaco que te entregaré ahora como gesto de buena voluntad"

Lo de la buena voluntad era su peor defecto en este mundo, se fiaba demasiado de la gente. Cabía la posibilidad de que le timase y no le devolviese jamás el tabaco y él no se veía capaz de matarlo sólo por esa razón. Aún así sonrió girándo levemente la cabeza y extendió la mano para cerrar el trato con un buen apretón, si el raptor aceptaba

-Uhm... mmm... mmm... ¿Una caja de tabaco ahora, dices? -miró al muchacho, sopesando...

No pensaba objetar nada en absoluto a la afirmación de que ahora era imposible encontrar botellas de alcohol precintadas. La frase correcta hubiese sido "Yo, Marcus el venstre, soy incapaz de encontrar una botella con esas características, así que voy a asumir que no existen, ergo no las buscaré"

Es decir, más botellas sin desprecintar para Klaus. Que haberlas haylas, solo que cuestan de encontrar. Pero oye, una cajetilla y tres botellas así asá tampoco eran moco de pavo. Se decantó por el sí, pero antes de decir nada...

Miró al cielo. ¿Conocía a alguien que tuviese un cuchillo de caza a la venta? ¿Había visto él alguno últimamente?

Bueno, no era importante. Encontrar algo en la ciudad sólo era cuestión de tiempo y paciencia, y el tenía cubos de sobra de ambas cosas.

-Esta bien, hay trato. Ahora bien, no tengo la mercancía aquí... de hecho, te recomiendo que nunca vayas a hacer tratos con tus productos encima. Para evitar tentaciones. Y eso. Y... Ah... -miró a su alrededor... había perdido el hilo completamente. Miró a la "pizarra" y de ahí al muchacho. Sus ojos se le iluminaron al recordar-. Ah, eso. Dime donde puedo encontrarte e iré a buscarte con el cuchillo

Hubo una pausa incómoda. Al menos para Klaus.

-¡Para dartelo, claro! -dijo rompiendo a reir

Asintió con la cabeza ante lo de la cahetilla de tabaco. Seguramente fuese eso, que él no pudiese encontrar. Pero lo que estaba claro era que solo una de esas botellas valía mucho más que un simple cuchillo, seguramente valdría un arma de fuego. Así que no lo hubiese cambiado por ese nunca. Miró al chico esperándo a saber cual sería la respuesta, no pensaba subir más su oferta.

"Perfecto y es lógico. En mi caso no es mercancía sino vicio"

Sacó una cajetilla del tabaco y la cogió con dos dedos, fue a entregarsela pero alejó la mano un momentos antes de darsela, quería dejar algunas cosas claras por si acaso. Tampoco podía esperar 5 años a coger el cuchillo.

"Espero que no tardes mucho en traerlo"

Le dio el paquete costándole un poco soltarlo, ahora solo le quedaba una cajetilla y unos pocos cigarrillos. Comenzó a jugar abriéndo y cerrándo el zippo cuando se le quedó mirándo a Klauss con lo de que vendría a por él con el cuchillo, y cuando este comenzó a reirse él también lo hizo con fuerza y relajación.

"No creo que pueda decirtelo, cada día duermo en un sitio distinto y "aparezco" donde me apetece" Se atrevió a hacer ese juego de palabras "¿Dónde puedo encontrarte? ¿Y cuando paso a ver si lo tienes?"